Tailandia: Descubriendo Bangkok día 2 - Explorando la "Old Town"

 Hola amigos viajeros!

Siguimos con la exploración de Bangkok. Después de haber superado el primer día e ir haciendo un poco el cuerpo a jet lag, ya amanecemos con fuerzas para empezar a hacer el recorrido 100% turístico de Bangkok.

En nuestro hotel no había desayuno incluido como tal, pero sí que ponían en recepción un poco de fruta y algún que otro bollito para acompañar a tu café/té. Esto fue algo que nos gustó mucho de Tailandia, ya que en practicamente todos los hoteles que estuvimos, daban café - té - snack y agua totalmente gratis. Detalle que son siempre de agradecer!

Primer tip viajero del día: Para toda esta excursión llevad hombros, escote y rodillas cubiertos. Normalmente, en casi todos los templos de Tailandia, basta con ponerse un pañuelo por encima para taparse, pero en los templos que vamos a visitar hoy, en especial en el Gran Palacio, pueden ponerser un poco estrictos y no es suficiente con eso... Lo que va a hacer que si no llevaís la ropa adecuada, se acabe convirtiendo en tener que pagar por alquilar ropa (por lo menos no te quedas sin verlo, pero la multa del alquilar la pagas...)

Como ya os dije en nuestro post anterior, nuestro hotel estaba situado bastante cerca de la Old City, asique no nos hizo falta hacer uso de tuk tuk o transporte. Os dejo el link al hotel por si os apetece echarle un ojo, la verdad es que estaba muy limpio y la piscina se podía utilizar a cualquier hora del día.

Nuestra idea era empezar por el Gran Palacio y después ir viendo los templos de alrededor. Después de leer varios blogs de viajeros por Tailandia, ya estabamos bastante en pre-aviso, que un timo habitual, es que te paren por la calle y cuando te pregunten a donde vas, te digan que "está cerrado, pero conozco otro templo...", te acaben engatusando para que te subas a un tuk tuk y te lleven a algún negocio local donde te cobren por entrar en su templo/tienda/barca... Pues con ese pensamiento en la cabeza, cuando varios locales nos dijeron que el palacio iba a estar cerrado por la mañana porque había la visita de algún ministro (o eso más o menos entendimos) nosotros no hicimos caso y seguimos el camino como si nada... Pues esa vez, resultó que era verdad... había un evento diplomático y la entrada estaba cerrada al púbñico hasta que finalizase (aquí va la segunda vez que me sentí mal por malpensar de los tailandeses). 

En fin... con  ese maravilloso comienzo de mañana, reamoldamos nuestra agenda, y decidimos aprovechar la mañana para coger una barquita e ir a ver la estatua del budha gigante dorado. Para llegar hasta ahí, basta con acercarse al río Chao Praya y enseguida se te van a acercar para ofrecerte este viaje (si no lo hacen, es tan simple como acercarse a alguno de los que están en las barquitas y preguntarle si te pueden hacer el recorrido). Después de regatear el precio, tendrás una pequeña excursión de 30 - 45 mins aprox, que te recorre el río Chao Praya, te lleva hasta el Budha gigante, te deja 15 - 20 mins para que explores el templo donde se encuentra y te enseñe el otro lado de la ciudad, donde se encuentran las casas y los mercados flotantes. Os prometo que merece la pena, pero lo tendreís que comprobar por vosotros mismos, porque no pienso subir ni una foto para no haceros el spoiler!

Una vez terminada nuestra pequeña excursión, fuimos a visitar el Wat Arun, para mí mi templo fav de Bangkok. Para llegar hasta él hay que coger una barca que te cruza el río y te deja en la entrada (es 100% para turistas y no tiene desperdicio encontrar donde se coge este barco, justo enfrente del templo). Al subir te sacas un ticket de ida y vuelta que no llega a costar 1€ y listo. Ya puedes recorrer el Wat Arun a tu aire durante el tiempo que quieras, eso sí, te toca pagar entrada (no recuerdo cuanto era, pero te aseguro que merece la pena cada céntimo). Lo único que os voy a aconsejar de este templo, es que si encontraís a algún monje budhista realizando una bendición, no dudeís en hacer la pequeña cola y acercaros para que os bendiga. A  mi personalmente, me dió muy buenas vibes. Tan sólo te tienes que poner de rodillas, hacerle una pequeña ofrenda y él te bendecirá el viaje y te pondrá una pulserita que te "protejerá" (dependiendo del color de la pulserita que te ponga, tendrá un significado u otro, por ejemplo la amarilla es de bienvenida o la blanca es simbolo de protección). Sólo os diré que han pasado 3 años desde que fui, y aún las sigo llevando todas puestas conmigo!. Cuando terminamos la visita y la barca nos llevo de vuelta, hicimos una paradita reponedora en el mercadillo local que estaba justo en ese embarcadero. Picoteamos unas brochetas de pollo con una salsa que estaba buenísma y nos tomamos otro te thai (pffff algún día los volveré a probar igual de buenos...).

Y listos para seguir! Siguiente templo: What Po. Ojala pudieseís entrar aquí como entré yo, sin saber que leches había dentro, solamente que era un sitio donde había que entrar... (como os digo, intendo siempre leer las cosas muy en diagonal cuando se trata de sitios que visitar, porque no me gusta crearme expectativas de nada...). Cómo no me gusta romper la magia, y en internet tenéis las fotos si no os aguantaís la curiosudad, no voy a decir nada más de este sitio. Solamente una pequeña recomendación, al comprar la entrada os ofrecerán que os acompañe un guía para que os vaya contando en detalle el templo, si no lo quereís no le deis palique, porque intentará hablar con vosotros y acoplarse para que le deis algo de propina (nosotros dijimos un no tajante, pero vimos a varias personas medio peleandose con ellos para que le pagasen algo).

Y ahora ya si, que si, la ceremonia de los ministros había terminado y pudimos entrar en el gran palacio. La verdad, que al final fue una hora bastante buena, porque estaba aterdeciendo y vimos el atardecer desde dentro practicamente solos. Nuevamente no os voy a hacer ningún spoiler del lugar, pero realmente merece la pena pagar la entrada (sigo sin recordar el precio, pero si recuerdo que fue de las más caras que pagamos en el viaje).

A la salida del Gran Palacio, ya fuimos camino al hotel para darnos un bañito refrescante en la piscina y cambiarnos para ir a cenar a un restaurante un poquito especial: Eagle Nest Bar. Fuimos ahí recomendados por un amigo que vivía en Bangkok, y la verdad que fue una experiencia muy agradable. El sitio, era logicamente más caro que los mercadillos noscturnos, pero las vistas al Wat Arun iluminado por la noche, la verdad que merecieron la pena!

Y hasta ahí nuestro segundo día por Bangkok, en cuanto terminamos de cenar rumbo a descansar al hotel para coger fuerzas para la visita del día 3!

Nos leemos pronto amigos viajeros!